A través de observaciones realizadas desde Chile, donde participó el astrónomo de la Universidad de Concepción, Wolfgang Giereen, "se logró "ajustar" la escala de medición de esta constante, alejándose mucho de los cálculos previos, lo que sugiere que aún faltan elementos para completar la ecuación", señala la nota aparecida en Emol
El telescopio Hubble, que esta semana cumplió 29 años de su lanzamiento continúa entregando impresionantes datos sobre el cosmos, ahora, gracias a nuevas mediciones se confirmó que el Universo se está expandiendo un 9% más rápido de lo que se creía, aproximadamente, en función de su trayectoria observada tras el Big Bang.
Estos datos, que se publican en Astrophysical Journal Letters, reducen así las posibilidades de que la disparidad sea un accidente de 1 en 3.000 a sólo 1 en 100.000 y sugieren que se pueden necesitar nuevas físicas para comprenderlo mejor.
«Este desajuste ha ido creciendo y ahora ha llegado a un punto que es realmente imposible de descartar por casualidad. Esto no es lo que esperábamos», asegura el Premio Nobel de Física en 2011 Adam G. Riess, Profesor Distinguido de Física y Astronomía de Bloomberg en la Universidad Johns Hopkins, y líder del proyecto.
En este estudio, Riess y su equipo SH0ES analizaron la luz de 70 estrellas en la galaxia vecina, la Gran Nube de Magallanes, con un nuevo método que permitió capturar imágenes rápidas de estas estrellas, llamadas variables Cefeidas, que se iluminan y se atenúan a tasas predecibles que se usan para medir distancias intergalácticas cercanas.
Para lograr las mediciones, los astrónomos utilizaron una nueva técnica del Hubble que les permite observar múltiples Cefeidas al mismo tiempo. Con estos nuevos datos, pudieron fortalecer la base de la escalera de distancia cósmica, que se utiliza para determinar las distancias dentro del Universo, y calcular la constante de Hubble, un valor que mide la rapidez con la que el cosmos se expande.
El equipo combinó sus mediciones del Hubble con otro conjunto de observaciones, realizadas por el Proyecto Araucaria, una colaboración entre astrónomos de la Universidad de Concepción, el Observatorio Austral Europe (ESO), instituciones de Estados Unidos y Europa. Este grupo realizó mediciones de distancia a la Gran Nube de Magallanes al observar la atenuación de la luz a medida que una estrella pasa frente a su compañera en sistemas de estrellas binarias eclipsantes.
Las medidas combinadas ayudaron al equipo de SH0ES a refinar el verdadero brillo de las Cefeidas. Con este resultado más preciso, el equipo podía ajustar el resto de la escalera de distancia que utiliza estrellas explosivas llamadas supernovas para extenderse más profundamente en el espacio.
A medida que las mediciones del equipo se volvieron más precisas, su cálculo de la constante de Hubble se mantuvo en desacuerdo con el valor esperado derivado de las observaciones de la expansión del Universo temprano por parte del satélite Planck de la Agencia Espacial Europea (ESA), basadas en las condiciones que Planck observó 380.000 años después del Big Bang.
«Esto no son sólo dos experimentos en desacuerdo -explica Riess-. Estamos midiendo algo fundamentalmente diferente. Una es una medida de cómo de rápido se está expandiendo el Universo hoy, tal como lo vemos. La otra es una predicción basada en la física del Universo primitivo y en las mediciones de cómo de rápido debe expandirse. Si estos valores no concuerdan, existe una gran probabilidad de que nos falte algo en el modelo cosmológico que conecta las dos cosas».