El hallazgo realizado por el telescopio espacial James Webb presenta un escenario que sorprende y genera muchas interrogantes, según Valentino González, investigador del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA).
El telescopio espacial James Webb (JWST, por sus siglas en inglés) rompió su propio récord al detectar la galaxia más distante jamás conocida. Pero las implicancias de este descubrimiento van más allá de acercarnos al origen del universo, ya que genera una serie de preguntas sobre la composición y características de este cúmulo de estrellas.
Según explica Valentino González, investigador del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), uno de los aspectos que sorprendió de este hallazgo fue el tamaño y brillantez de la galaxia llamada JADES-GS-z14-0, que fue vista tal como existió solo 290 millones de años después del Big Bang, es decir, cuando el cosmos apenas tenía un 2% de su edad actual, estimada en 13.000 millones de años.
“Es mucho más grande en cuento a masa y tamaño respecto de lo que sabíamos o nos planteamos para una galaxia en ese etapa, lo que nos lleva a cuestionarnos si este tipo de cúmulos se formaron antes de lo que creíamos, porque estamos viendo objetos no primordiales, sino muy grandes y evolucionados”, apunta.
Según el investigador de CATA, los datos obtenidos en esta primera etapa por el telescopio James Webb, no significan, necesariamente, que van a cambiar los paradigmas, pero si surgen dudas que son importantes y hay un importante trabajo teórico por delante.
“Lo primero, es que se trata de un descubrimiento en una zona muy pequeña del espacio que nos presenta una situación distinta a la que pensábamos y nos lleva a preguntarnos si es fortuito ver una galaxia tan evolucionada o, al comenzar a hacer un barrido más amplio, descubriremos que estas galaxias son más usuales de lo que esperábamos. Ello plantea pensar que no estamos llegando al límite y hay mucho más que descubrir en el pasado del cosmo”, detalla el astrónomo del CATA.
En ese sentido, Valentino González explica que la comunidad científica esperó por más de 20 años que entrara en operaciones el JWST con la promesa de ver los límites del universo y lo más interesante no ha sido ratificar lo esperado por la teoría, sino el sinnúmero de sorpresas que ha ido entregando a los astrónomos, como ocurrió con JADES-GS-z14-0, la galaxia más lejana jamás vista y que tiene más de 1.600 años luz de extremo a extremo.